La ciudad de Dénia y el duelo por el V marqués, duque de Lerma

400 años de la muerte del V marqués. 1625-2025

PANEL 16

CUIDAR LA SALUD

FUNCIÓN DEL “CONSELL”: CUIDAR LA SALUD

El gobierno municipal de Dénia en el siglo XVII, había de procurar que la población, de unos 2.400 habitantes, tuviera al menos, dos médicos, dos cirujanos y un farmacéutico. En caso de epidemia, se vigilaban las puertas de la muralla para impedir la entrada del contagio. También cuidaba que el cementerio fuera suficiente y a los pobres, por caridad, se les pagaba el entierro y la mortaja. El abastecimiento de agua buena y la limpieza y arreglo de las calles, completaban las funciones de salubridad y ornato.  

Pie imagen: Jarrita de farmacia

Pie imagen: Farmacia portátil con compartimentos para diferentes remedios derivados sobre todo de las plantas.

MÉDICOS, CIRUJANOS Y FARMACÉUTICO

LOS MÉDICOS. Tenían formación universitaria y se doctoraban, pero el buen hacer de los médicos era un tema complicado. A los deniers y denieres del 1617 no les gustaba el médico Llacer y el Consell lo despidió. Solo quedó en Dénia el doctor Joan Baptista Riço que no podía atender a toda la población. La búsqueda de otro médico no fue fácil, al final encontraron uno en el pueblo de Almenara. Los médicos cobraban un sueldo importante: 50 libras al año y el Consell les pagaba también la casa donde vivían.

LOS CIRUJANOS. Se encargaban de la medicina práctica: curaban heridas, abrían granos, etc… En Dénia, Batiste Moya y Cosme Estarca, estaban asalariados con 10 libras al año por este trabajo.

EL FARMACÉUTICO. Hieroni Mur vendía en Dénia los medicamentos y los productos de droguería. Mur se quejó que los clientes lo despertaban por las noches. El Consell de Dénia atendió su queja y, en compensación, lo libró de hacer la guardia nocturna en las murallas.

 “EL SALUDADOR”

Su oficio era curar, supuestamente, la rabia de personas y animales mediante la saliva y el soplo del aliento. Cuando la medicina no daba respuesta, los rituales y la magia ocupaban su lugar. Los saludadores eran personajes valorados y el año 1614 el Consell de Dénia pagaba 3 libras al año a Marco Martínez por hacer de saludador porque había muchos perros y caballos rabiosos. La situación perduró el 1615 y hubo que ir a buscar al saludador Antoni Tomás que estaba fuera de Dénia. 

EL VETERINARIO. De la salud de los animales dependía el trabajo en el campo, el transporte y la alimentación, era tan importante que el Consell denier tenía un veterinario (merescal) a sueldo.

Pie imagen: Registro de defunción de Esperança Palmir, 1623. Arxiu Parroquial de l’Assumpció de Dénia

EL ENTIERRO DE LOS POBRES Y LOS RICOS

En la Iglesia de la Asunción, situada arriba en el Castillo, se enterraban las principales familias: Martí, Gavilá, Esteve, Mulet… y los miembros de las cofradías religiosas y de oficios. Los más privilegiados tenían su propia tumba, como la de la Consolación o de Ntra. Sra. del Rosario, y dejaban parte de la herencia para misas por el alma. Los marineros, los soldados, los ahogados y los pobres eran enterrados en la ermita de la Virgen de los Desamparados, en la tumba de las almas o en la fosa general, una al lado de la iglesia y la otra en el Raval, cerca de la calle de San Cristóbal. Los religiosos se enterraban en sus conventos.

EL AGUA Y LOS POZOS

Abastecer de agua para beber era una prioridad para el Consell de Dénia.

Hacia el año 1625, en Dénia, además de pozos privados, había pozos públicos de la ciudad. Dos de los más antiguos, el del Verger y el de la Plana, estaban a cargo de la General Contribución del Marquesado:

  • Pozo del Verger, aljibe de la antigua vila.
  • Pozo público de la Plana.
  • Pozo del Hospital.
  • Pozo de la Ciudad.
  • Pozo de la Bassa.
  • Pozo público del Tossal Gros.
  • Pozo público, cerca del barranco del camino de S. Joan.

Pie imagen: Empedrar. Calle de la vila Vella, en el castillo, con el empedrado encintado, similar al que había en las calles de la ciudad, actual centro urbano.

LIMPIAR Y EMPEDRAR

  • LAS CALLES. Cada año, Vicent Mulet, el empedrador, arreglaba las calles de la ciudad: la calle del Mar, el Major, el de Loreto, el Nou, la Travesa de la Moreria… i la plaza. Además, en las fiestas, Alonso Sanchis, barría la plaza y arrancaba las hierbas.
  •  LOS DESAGÜES. Cada año en octubre, en previsión de las lluvias, se abrían y se limpiaban “els riachols”: el de “els Pontarrons” (al final del Saladar) y el de na Llorença.

* Textos e imágenes: Archivo Municipal de Dénia

  ARXIU: Pl. d´Enric Valor s/n, 03700. Dénia
       De dilluns a divendres de 8:30 a 15:00 h.

© Arxiu Municipal Dénia.